“¿Cómo diablos se puede tener
tanta suerte?”. Es lo que me pregunto constantemente. La casualidad o llamémoslo
“Destino” me llevó hasta tí. Me llevo hacia el sentirme especial, importante y
¿por qué no? Bella. Consigues hacerme
sentir la mujer más hermosa y feliz del mundo con cada beso, cada abrazo y cada
acaricia.
Adoro la sensación que me eriza
la piel al sentir el cálido roce de tu cuerpo cuando despierto a tu lado,
abrazados, como si fuéramos uno solo. Y brindo porque todos los días de mi vida sean así. Porque no quiero a ningún
otro, tan solo te quiero a ti, a tu sonrisa y a tus ojos color marrón pasión.