martes, 25 de enero de 2011





-Mira, ven que te voy contar un secreto. ¿Sabes? Noto algo calentito que me hace cosquillas en la barriga y corretea por mi piel hasta llegar a mi cara dónde me obliga a sonreir, y aunque quisiese no podría dejar de hacerlo. ¿Pero sabes que es lo más raro? Que las lágrimas se me escapan una tras otra, y son igual de rebeldes que mi sonrisa. Además, por si fuera poco, mis piernas solo quieren saltar y correr. Esperate, que aquí no acaba. Que mi corazón no para de decirle a mi cabeza que solo piensa en salir a la calle y gritar hasta que la garganta duela.

-No entiendo, ¿Porque tanto sentimiento mezclado? ¿Qué es lo que quieres gritar?

-Simple, no hay misterio. Es la sensación de, despues de tanto trabajo, esfuerzo, ilusiones, desilusiones y llantos, conseguir lo que quieres. Voy a gritarle al mundo que hoy he cumplido uno de mis sueños.

domingo, 23 de enero de 2011

Como un Kiwi



Las cosas buenas siempre se acaban rápido. Como un kiwi. Todo en él es perfecto, su peculiar tacto al cogerlo, ese color verde que te atrae y la forma en la que parece que sus pepitas se colocan juguetonas al rededor de ese corazón blanco. Ese sabor, ácido y dulce a la vez, que se muy bien que es único y que por mucho que busque no encontraré otro igual, por eso hay que saber drisfrutarlo, saborearlo y aprovecharlo al máximo.

Lástima, no me acorde de que no duran mucho más de 3 bocados.
Nota: Comerme lentamente el próximo kiwi, tiene que dar tiempo a disfrutarlo más.

martes, 11 de enero de 2011

She has a bad day



Quiero un libro de instrucciones que me indique, paso a paso, como poner en orden mi cabeza. Tanta confusion va a acabar pasandome factura.