Voy a comerme el mundo

Que lo único que quiero ahora es no pensar. Salir a la calle con la sonrisa de oreja a oreja puesta y saludar a todas esas personas desconocidas que me cruce en el camino. Que no, que se acabo, que me da igual lo que piensen, voy a saltar, chillar y gritar que ya no me importa. Voy a bailar, cantar, disfrutar, soñar e ilusionarme por nada. Que ya hay que cambiar de actitud y tomar la de “ voy a comerme el mundo” por que ya va siendo hora. Que va tocando ser feliz.

Segundos

Si, es cierto que prometí quedarme solo con lo bueno y dejar que todo pasase, de algún modo intentar olvidarte. Pero no se como lo haces, no desapareces de mi mente ni por un solo instante. Todo, hasta lo más escondido e inimaginable, y además, para nada relacionado contigo, me trae recuerdos de ti. De tus ojos, de olor, de tus caricias, de tus besos. Me diste tanto en tan poco…
No, por si no te has dado cuenta, después de dos millones seiscientos setenta y ocho mil cuatrocientos segundos, aún no he logrado cumplir mi promesa.

Algo grande

Puedo llegar a creer que estoy hechizada por algún conjuro maléfico que me impide sonreír permanentemente. Parece que me han confundido con una niña pequeña a la que le dan una piruleta y se la quitan al primer mordisquito que le da, para así poder verla llorar, pidiendo por favor que se la devuelvan. También, puedo pensar que no estoy hecha para ser feliz, puesto que siempre pasa lo mismo, y siempre acaba igual, debería aprender y dejar de confiar en la gente. Debería dejar de ilusionarme con cuatro palabras que me dicen, así evitaría pasarlo mal constantemente. Pero no, no soy así, no puedo pensar así. Yo soy más bien de esas que llevan escrito bien fuerte en el corazón “Carpe Diem”. Disfruto el momento que vivo, si no me ilusiono al principio ¿Cuándo lo hago? Es muy probable que dentro de poco vuelva a deambular por las calles intentando aguantar las lágrimas y la rabia contenida, pero cada vez que pasa esto estoy más convencida. Creo que algo grande me está esperando, algo muy grande.

no, at least for now

Y pensar que por tan solo dos días me sentí la persona más feliz, en cuarenta y ocho horas creamos momentos y recuerdos en cada uno de los sitios que me rodea. Ahora esos mismos recuerdos me encierran, me ahogan y no me dejan respirar, conduciendo mis pensamientos a sus últimas palabras: “no, al menos de momento”. Palabras a las que me aferro y me empeño en encontrar una pequeña esperanza, la cuál ya se yo muy bien que no es más que una mera ilusión. Me da miedo jugar mis cartas y perderla. Pero ya se sabe, quién no arriesga no gana.

Hoy he decidido arriesgar.

Cinco segundos.

Decidió acompañarla a casa, estaba ya demasiado entrada la noche y le preocupaba que se marchase sola. Caminaron en silencio, sin saber que decir. Sus pensamientos se perdieron mientras observaban aquel cielo cubierto de estrellas dispuestas al azar. "Si escucho su voz, si estoy junto a él, si le miro a la cara… termino sin querer separarme de él".. De repente él notó como le tiraban de la chaqueta. Le había agarrado obligándole a pararse. Se quedó por unos instantes observando como su pelo negro-azabache se mecía con el viento alrededor de su cara. Entonces se le fue acercando poco a poco hacia …
-¡Me asustaste!- dijo al ella al abrir sus ojos y encontrar su cara a escasos centímetros de la suya, que se iba encendiendo a cada instante que pasaba.
-¡Espera! ¿Qué? ¿Qué fue eso?
-Quería agradecerte por todo lo que has hecho por mi, me dijeron que la mejor forma sería agarrarte y cerrar los ojos durante cinco segundos.
-No lo sé…-La miró frustrado, no podía creerse que realmente aquella chica fuese alguien tan inocente.- Verás, si haces eso de nuevo no respondo por lo que pueda pasar. ¡En serio, no respondo!
Continuaron su camino, ella le siguió muy de cerca, con el corazón demasiado acelerado como para que saliesen palabras por su boca y romper ese silencio.
-Hazme un favor - Ocultó sus ojos entre el flequillo, para así evitar que se diese cuenta del color rojo que habían adoptado sus mejillas- No me mires en un rato…

Palabras.

Entonces entraron en esa pequeña habitación, en la que no cabían más de dos personas y no sin estar bien apretadas. Él acaricio su rostro mientras se perdía en sus ojos color miel:
-Te quiero.
-No me digas eso
-¿Por qué? Es la verdad, eres perfecta.
-Conseguirás que me lo crea. No es cierto.
-Tienes razón, no es cierto...
Se acercó a ella. Rodeándola con sus brazós la aprisono contra su pecho obligándola así a permanecer pegada a él.- Esas palabras se quedan cortas.- Y esas palabras se perdieron en el roce de sus labios...

793km

Hoy me he propuesto coger una pequeña goma de borrar y hacer desaparecer a esos estúpidos números, tontas cifras que nos ponen a cada uno en una punta del país. No creo que sea muy difícil, es más, pienso que incluso puede ser divertido. Mira ven y mientras te acercas te iré contando. Te iré recordando aquel 12 de julio que apareciste por primera vez y con una gran sonrisa me recibiste y me dijiste entusiasmado <<¡Hola! ¿Qué tal?>> con ese acento tan peculiar tuyo que tanta gracia me hace aunque nunca te lo haya dicho. 643. Pero ¿acaso soy la más indicada para hablar de acentos? Siempre se me dibuja una sonrisa al recordar aquella soleada tarde sentados, varios amigos, en la terraza de un bar perdido en un pueblo más perdido aún. Observando y escuchando atontado como me “comía” esas S’s, cosa que hacía difícil diferenciar si hablaba en plural o singular. 523. Me sigo arrepintiendo de no haberme atrevido, aquel día, a cabalgar contigo sobre aquella "flamante" máquina de hacer ruido anaranjada, una pena la verdad, hubiese sido divertido, aunque dudo que hubiera sido capaz de mantenerme en pie después de tal locura. Aún así siempre quedará la esperanza de recuperar ese momento con mi pequeña ¿no? 463. Y ¿qué me dices de la noche en el sótano de un pub hablando de lo que habíamos hecho durante el día y tu mientras deleitándome con ese movimiento “fashion” de piernas y caderas con el que hacías que me hicieran chirivitas los ojos? No se le puede comparar con ninguna otra. 323. Ya falta menos, dos palabras para saber de lo que hablo: LA FOTO, ¿qué decirte que no sepas ya? Sencilla. Alegre. Emotiva. Perfecta. 263. Ese abrazo que me rompió por dentro puesto que era sinónimo de decir: “adiós, no se cuando volveré a verte. Estoy feliz de haberte conocido” no se tú pero yo no quería soltarte, quería agarrarme a ti y así evitar el tener que marcharme de allí. Como es obvio no pudo ser y, cierto es, que de mis ojos no cayeron muchas lágrimas pero no hizo falta, ya caerían poco a poco meses después. 123. Tus llamadas, tus risas, tu apoyo tus consejos, tus ganas de verme feliz y sonreír. 003 ¿Ves? No ha hecho falta mucho para tenerte cerquita de mí, aún estando tan lejos, tan solo quedan tres km, y estos te los voy a dejar a ti. Te voy a prestar mi goma mágica, para que los borres a gusto y tranquilo, entonces recogeré cada pisquito blanco y los colocaré de tal forma que pueda leerse GRACIAS. Porque eres mi mejor, porque te quiero de una manera especial.

TE ECHO DE MENOS

Puestos a suponer...

...supongo que ahora me toca esperar a que venga el típico príncipe azul y me saque de esto, me haga soñar y sonreír como antes lo hacia él, que con decirme una tontería me sacaba una sonrisa de oreja a oreja, que me abrace como el solía hacerlo y que me susurre al oído lo mucho que le gusta estar conmigo, que aunque sea ya la hora de irme me quede a su lado un poco más. Que el roce de sus labios con los míos pongan mi corazón a cien como antes, que no pasen ni dos minutos y ya quiera verle otra vez, besarle más y más. Agarrarle bien fuerte para asegurarme de que no se escape y se separe de mi nunca.